lunes, 18 de enero de 2016

PARA FRASEAR - Antón P. Chejov

“Sólo los charlatanes y los imbéciles creen comprenderlo todo”

LITERATURA + ACTUALIDAD - El baile de la política

UNA AMALGAMA DE RELACIONES ENTRE PERSONAJES PARA UNA OBRA MAESTRA DEL TEATRO UNIVERSAL

Antón P. Chejov trenza magistralmente varios tipos de amor en una sola obra dramática con consecuencias inesperadas.


“¡Qué locos están todos! ¡Qué locos! Y ¡cuánto amor'!... Es el lago que está embrujado. Pero, ¿Qué puedo hacer yo, criatura? Dime ¿qué puedo hacer? ¿Qué?...”

         Estos días hemos asistido atónitos al baile político nacional. Perplejos hemos sido testigos también del guirigay que se armaba en la constitución del presidente catalán. La incertidumbre parece haber vencido en las urnas y el baile de siglas, de alianzas, y de necesidades está servido. Yo te quiero pero tú no me haces caso, o no todo el que deseo. Tú me gustas pero no me convienes. Ahora me rindo a tus pies, ahora te rechazo… El gran doctor Antón P. Chejov, maestro de las situaciones y las almas humanas, nos regaló hace más de un siglo una gran obra que recuerda en cierta manera la situación política actual, focalizando esta similitud en la complejidad de las relaciones entre seres humanos, en concreto en cuanto al amor se refiere. Estamos hablando de “La gaviota”, obra de teatro en cuatro actos, y una de las más conocidas del escritor ruso por la genialidad de su factura. Por supuesto que la comparación es subjetiva, pero el símil política-amor es tan jugoso, que en estos días de coqueteo de candidatos es imposible no caer en la tentación.

             Porque en “La gaviota” los personajes tienen la complejidad de no vivir ni amar en un solo sentido, tal como suele suceder, sino que hay varios tipos de existencias y varios tipos de amores entre los personajes. Centrándonos en las relaciones puramente románticas digamos que hay una ensalada de tipología sentimental. Las hay como la de Arkadina y Trigorin que es un amor basado en el interés mutuo. Funesto es el que une fugazmente a Nina y Trigorin, dejando a ésta afectada. Imposible como el de Masha hacia Trepliov que deviene en un amor sin amor hacia un tercero. O traidor como el de Polena hacia Dorn. Y mientras tanto el juego de necesidades afectivas va creando un ambiente que en nada es sano para casi ninguno de los personajes de la obra. La maestría de Chejov es entretejer todas estas necesidades para jugar con el lector jugando con los protagonistas de la obra.

         En una finca de campo se reúnen una serie de personajes para asistir al “estreno” de Trepliov, un aspirante a escritor que anhela que sus obras sean celebradas a lo largo y ancho de toda la Rusia imperial. Para representar la obra está Nina, de la que Trepliov está enamorado, que vive cerca de la finca y que desea con todas sus fuerzas triunfar encima de los escenarios. Como espectadores asisten la madre de Trepliov, Arkadia, el hermano de ésta, y dos escritores consagrados. Una vez que empieza la función la madre de Trepliov critica la obra delante de su hijo, por lo que este se enfada y decide suspender la función. En los días siguientes la relación entre todos los personajes que pueblan la finca deparará más de una sorpresa.

          Obra imprescindible de Chejov, “La gaviota” nos deja el regusto dulce de una obra con un argumento sublime, una calidad literaria grandiosa, y un tratamiento de las relaciones interpersonales de un realismo decadente. Sin embargo el escritor se llevó una gran decepción al convertirse su estreno en el teatro en un gran fracaso. Fue en la siguiente representación cuando el éxito fue clamoroso y “La gaviota” llegó a convertirse en el gran clásico que es hoy. De esta segunda representación por cierto salió la esposa de Chejov, Olga, que era actriz de la compañía que dio brillo y esplendor a “La gaviota”.

ANECDOTECA - El panadero y el indio

El aragonés Matías Lacasa logró la patente de fabricación del llamado pan de Viena, e impulsó la apertura de una panadería en Madrid, en la entonces llamada calle Capellanes (hoy de la Misericordia) junto a su mujer Juana Nessi, tía del escritor Pío Baroja. La panadería se denominó Viena Capellanes por motivos obvios y aún sigue en funcionamiento. Al fallecer el matrimonio legaron la regencia del establecimiento a Pío y a su hermano, poco emparentados con el negocio de los panes. Los hermanos Baroja vendieron al final la panadería y se deshicieron de ella, pero la relación de Pío con el pan fue recordada por el también escritor Rubén Darío (18 de Enero de 1867, Ciudad Darío.- Nicaragua).
El nicaragüense, en tono de chanza, recordó el pasado panadero de Baroja afirmando que: “Es un escritor con mucha miga, se ve que es panadero”. Enterado el aludido de la mofa de Darío respondió, no sin cierta acidez: ”A partir de ahora yo diré de él que Darío es un escritor con muy buena pluma. Se ve que es indio”.

APUNTE BIOGRÁFICO - Antón P. Chejov, Doctor en letras y alma humana

Chejov

Debieron de darle una pluma y un papel a Antón Chejov cuando nació, ya que una obra tan considerable como la del genio ruso es difícil imaginársela enlatada en sus cuarenta y cuatro años de vida. Y eso que también ejerció la medicina. Pero lo que también sorprende es su calidad y su novedosa forma de tratar a los personajes (tiñéndolos de realidad) y los argumentos, cuya influencia llega hasta nuestros días. Conocido principalmente por sus innumerables cuentos, entre ellos “La dama del perrito”, o “La tristeza”, o por su obra dramática, “La gaviota”, “Tío Vania”, o “Las tres hermanas”, también escribió novela y su epistolario (alrededor de 4.500 cartas) es una buena manera de acercarse a su biografía y de aprender sobre diversas parcelas del conocimiento, entre ellas el noble arte de la escritura.


PALABREJUELA - Vidrio


Vidriero

Desde los tiempos más remotos el hombre ha utilizado el vidrio. Ya sea el vidrio natural o el fabricado. Ya en la obra “Historia natural” Plinio el viejo nos relata el casual descubrimiento de la elaboración del vidrio. Y es precisamente de la época romana donde el vidrio se utilizaba tintado con un color azulado-verdoso. Es por eso que se le relacionaba con el glasto, una planta del cual se extrae un color añil. El glasto también se denominaba vitrum, y de ahí derivó en vitreun, que dio nombre al material transparente y reciclable, no como el cristal. Este último se diferencia del vidrio en su composición atómica (amorfo frente a definido) y en su raíz, ya que cristal viene del griego Krystallos (hielo).